jueves, 10 de junio de 2010

Due.

- Demasiado complicado. A la gente le gustan las cosas simples.
- Es verdad, a mí también. Y tú me pareces tan simple...
- Eso me suena a ofensa.
- ¿Por qué? Simple. Simple de ánimo.
- Pero a veces las cosas simples con las más difíciles de alcanzar.
- No te hagas el complicado. ¡En serio! Juntos podemos conseguirlo... Además, está bien claro lo que tú deseas. Las cosas que quieres. Se ven, se lees, y aunque no las hubiese comprendido, al final me las ha sugerido tu corazón.

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